lunes, 21 de febrero de 2011

Entregas Especiales: Charla con el Maestro Beto Castillo

El Maestro Beto Castillo se siente comprometido con el salvamento eficaz de la vida animal, tanto así que se decidió por crear una asociación civil denominada El Muro A.C. que busca cambiar las terribles condiciones en las que actualmente viven estos seres en nuestro país.

En una charla con el Director General de Revista Transmigración, el cantante, actor y director vocal comparte el interés por cambiar la mentalidad y desarrollar la conciencia de la gente para que tengamos ciudadanos con una cultura por el respeto por la vida en cualquiera de sus manifestaciones.








Te ofrecemos la “Versión para Llevar” dando click en el siguiente enlace:

http://www.divshare.com/download/14130451-503


jueves, 17 de febrero de 2011

Carmen Aristegui y Las Lecciones a la Audiencia


El debate puede ser el mismo en su esencia, pero nuevamente se posiciona en otras arenas, eso abre la brecha para el abordaje y el tratamiento de un tema, mismo que a veces, sin que nosotros así lo tengamos previsto, termina por adelantarse en cuestiones informativas.

Circuló por los medios el rompimiento de Carmen Aristegui con MVS, algunas fuentes informativas se dedicaban a especular, otras tantas esperaban un posicionamiento de las partes involucradas, finalmente trascendió que se había roto un código de ética que durante algún tiempo no fue de conocimiento público, por lo que quedaban demasiadas preguntas en el aire.

CNN quiso arroparla, la defendió de manera pasiva, con demasiada cautela, la mencionada periodista terminó de hacer su posicionamiento ante los medios unos días después y esa nota para la cadena televisiva tomó la forma de una anécdota.

Las preguntas se fueron respondiendo en tanto se hicieron públicas las posturas de los actores principales de esta historia, pero las dudas no se disiparon del todo, éstas hacían lugar a otro tipo de cuestiones.

En Los Pinos se cometieron errores nuevamente: Con su respuesta, que dicho sea de paso “rayó” en la ansiedad, prácticamente se dio el “visto bueno” a la estratagema iniciada con el despliegue de una manta. El daño estaba hecho.

Fue un error porque se ha evidenciado que para cierto sector de la gente hace falta mayor credibilidad de su parte, es por ello que la aclaración no tuvo el éxito esperado y por ende la aclaración no sirvió de nada.

A nosotros nos queda ocuparnos, estar a la expectativa ante cualquier eventualidad que ofrezca la saciedad a nuestra curiosidad.

Tras la sucesión de hechos que derivaron en la vuelta a la cabina de la popular comunicadora, es justo hoy, que me encuentro escribiendo estas líneas, cuando MVS ha dado a conocer un comunicado “conjunto” con Carmen Aristegui. El clima se encuentra aún enrarecido y las dudas siguen en el aire.

Si bien conocemos la situación, esto nos deja grandes lecciones como consumidores de medios, a continuación le comento algunas de ellas:

No somos más la audiencia presa del consumo, hoy se puede decir que los espacios ganados dejan como saldo la obtención honrosa de una conciencia colectiva, de modelos de pensamiento novedosos y pautas de conducta que generan evolución en un grupo de personas que cada vez más asimila su rol como sociedad.

Ahora somos parte de una realidad alterna, no es diferente, tampoco es mejor, pero al menos es un pretexto para participar lo mismo del contexto que de la coyuntura y lo superfluo.
Sí somos una audiencia crítica. Tan lo somos, que será difícil no llegar a preguntarnos el por qué de las cosas o si los malos de pronto se convirtieron en blancas palomas.

Necesitamos mayor transparencia, hacer hincapié en lo que se dice y en lo que no se dice (que también es importante) para crear una atmósfera de certidumbre.

Y que, como lo escribiera en su momento Pascal Beltrán del Río, Director Editorial del periódico Excélsior: TODO se puede preguntar, siempre y cuando seas POLÍTICAMENTE CORRECTO.

Este es precisamente el escenario en el que nos toca desenvolvernos, gracias al escozor y furor que causó tal entorno, la nota ahora nos ayuda a encontrar los puntos débiles de ésta. Hoy simple y sencillamente nos queda cuestionar y analizar, lo demás se queda en el vacío.

Así las cosas, amable lector. Como cada semana quiero reiterarle que estoy a su disposición por las siguientes vías de comunicación para que ubique, comente y critique los contenidos de esta publicación:


miércoles, 16 de febrero de 2011

Egipto, Medios y Redes Sociales.


Los medios hablan de intentos, de ilusiones, muchos de ellos son persistentes al proponer la idea de un cimiento democratizador en Egipto, la lluvia de premisas que abre la puerta al debate se encuentra en uno de sus puntos más altos, la misma discusión es abierta y un tanto dividida al proponer el surgimiento de un pensamiento radical musulmán.

Tal vez en la zona norte del “mundo occidental” hay muestras de atención al hecho con simples menciones, con pequeñas notas en la página cuarenta que a los ojos de muchos parece ser intrascendente, pero eso nos educa como consumidores de medios, reafirma que aún sigue siendo una certeza aquello que en el breviario popular reza “un ojo al gato y otro al garabato”.

¿Qué quiero escribir? Tengo en mente la palabra “impacto”: La cuestión es que no podemos dejar, tanto consumidores como libre pensadores, que los acontecimientos locales nos rebasen, pero tampoco debemos darnos el lujo de permanecer al margen de la información, menos en las condiciones en las que se manejan las audiencias a nivel global, que dejan atrás su carácter pasivo.

El contexto permite abordar el fenómeno de la interacción entre las audiencias y los medios,  dando cuenta de las dimensiones del tenso suceso que se presenta en televisión, prensa, radio e internet.

Es cierto que los medios inciden en la interpretación del mundo, que forjan perspectivas y establecen parámetros que no necesariamente sirven para relacionarse, pero lo expuesto no sería una realidad sin la acción ciudadana.

Tenemos claro que Twitter o Facebook no son la explosión de la opinión pública, pero forman parte fundamental en la actualidad de la expresión que como entes comunicadores llevamos a cabo diariamente.

Si tomamos en cuenta lo anterior, la gama impresionante de manifestaciones que rodean la crisis egipcia destaca por el papel que jugaron las redes sociales, tanto a nivel logístico como en la actualización de la información que en muchas otras naciones fue objeto de censura.

Lo positivo del asunto (o al menos lo rescatable) es que la mayoría de los jóvenes que usan tales espacios digitales no habían sido políticamente activos, pero tienen una percepción, hay un ejercicio moderno y plural de la libertad de expresión (aunque muchas ocasiones “raye” en libertinaje) que les conecta con el entorno que heredarán. No me cabe la menor duda, la agenda digital es una realidad, tanto como lo son los nuevos itinerarios. No podemos perderlos de vista.


Aquí las ligas donde usted puede darme su comentario, su crítica y su análisis.


La Opinión Publica en Entredicho


Entender a los medios de comunicación es una tarea desconcertante, tratar de comprender a la opinión pública resultaría ser irremediable en un contexto donde se tiene alta tendencia a frivolizar los hechos, en un marco donde se enciende la hoguera de las vanidades tan solo para que sea el colectivo quien juzgue sin el mayor recato y comience el circo de los juicios de valor.

Como gente relacionada con los medios nos toca enfrentar al individuo con su realidad, y dependerá de nuestro manejo si incidimos o no de manera correcta en la opinión pública, misma que hoy se ha convertido en litigante.

Está claro que los consumidores de medios debemos ser rescatados de nosotros mismos:

Cuando votamos por un candidato a un cargo de elección popular, por ejemplo, las audiencias tomamos decisiones y juzgamos en función de la empatía que sentimos por quien da a conocer sus propuestas, el carisma que posee o la imagen que proyecta haciendo a un lado la sucesión de hechos que llevó a estar ahí a tal o cual persona.

En la situación de José Jorge Balderas Garza y la confusión mediática por el Caso Kalimba ambos personajes exacerbaron la agenda pública, con ello se abrió la puerta para que estos temas adquirieran un status que podríamos resumir en una frase: "usted a quién le cree".

Juicios, tendencias, preferencias, usted póngale el nombre que guste pero la lectura que se puede hacer entre líneas de los medios de comunicación es que toman estos temas para sacar el lado más superfluo de cada uno, que no es precisamente el indicado o el de mayor peso a nivel informativo, lo cual también deja en entredicho el accionar de las audiencias.

Si nos centramos en estos dos fenómenos de opinión pública ¿Qué pasaría si de repente se diera un vuelco informativo? Ya lo hemos visto. En el Caso Cabañas el apodado “J.J.” de alguna manera polariza el discurso de interés colectivo cuando asegura que fue Francisco Barreto quien jaló el gatillo dentro del “Bar Bar” y los juicios siguen, se agudizan, crecen. Mientras tanto en el proceso en contra de Kalimba, con la aparición de Thaily Villa, una de las implicadas en esta cuestión dentro programas unitarios de Tv Azteca se invita a la opinión pública a que reaccione de diversas maneras frente a determinadas personas erigiendo a Carlos Loret de Mola o a Rocío Sánchez Azuara como “representantes” del poder judicial mediático.

Lo cierto es que a través del tiempo se han generado héroes enmascarados, se llegaron a crear entes mesiánicos, pero tal parece que lo que vende en la actualidad es la figura del antihéroe como un ser con atributos envidiables, lo peor es que ante tal oferta la demanda va a la alza.


Dada la cobertura de estos hechos y la reacción instantánea de la opinión pública se puede confirmar que la visión de los radicales no carece de lógica cuando aseguran que el colectivo se somete a procesos que rayan en la irracionalidad, motivando la falta de ese carácter que viste a ciertas temáticas como útiles a nivel social.

En las redes sociales, válvulas de escape para los asiduos lectores y consumidores de contenidos multimedia la gente se mostraba “encendida” porque según su particular, y muy respetable por cierto, punto de vista, el comunicador Carlos Loret no supo demostrar pericia al entrevistar, ojo: El denominado “J.J.”, Daiana, un personaje antagónico para muchos dentro del caso que cubre al ex OV7 y el mismísimo intérprete que recientemente sacó al mercado un disco con reminiscencias de Big Band son personajes muy diferentes. Como en el reality show Gran Hermano, las reglas cambian.

Puede ser responsabilidad compartida, los medios pueden ser culpables de propiciar enconos, pero también del público que abstrae sucesos cotidianos de la fábrica de sueños e ilusiones que compone su ficción con esbozos de realidad anteponiendo sus razones emotivas y por ende poco racionales, que ayudan a seleccionar información, jerarquizándola y expresándola de acuerdo a tal o cual ideología.

El debate seguirá, la derrama informativa se acrecentará, veremos en los próximos días qué personajes rompen con sus paradigmas junto con el vaivén de conclusiones al respecto.

Conclusiones hay muchas, para “dar y repartir” como se dice comúnmente, pero a final de cuentas la más importante dentro de la consideración que como autor tengo es que para que las audiencias fueran un actor determinante dentro de estas temáticas la trivialidad tuvo a bien definir a Kalimba y a José Jorge Balderas como entes que decidieron para bien o para mal el rumbo de ese tiempo de sobremesa en familia, del “debate” en las universidades, y por supuesto de la crítica y análisis dentro de los múltiples espacios informativos.

Aquí las ligas donde usted puede darme su comentario, su crítica y su análisis.


Facebook: http://www.facebook.com/pages/Alejandro-Garcia-Rueda/343310899017?ref=ts

De la Fuga de Talentos




La demanda de empleos por los recién egresados siempre es un problema, es el “eterno debate”, como dice el cliché.

En un mundo que recupera la visión global para enfocarla a las cuestiones locales y que además revitaliza el factor humano que es siempre importante dentro de la forma en que se acciona gracias al marketing espiritual podemos darnos cuenta de que hoy se necesitan profesionales, técnicos y gerentes con mayor nivel educativo.

El capital humano será ahora el cimiento de las ideas, el impulso de iniciativas, la base del desarrollo. 

Si se busca estabilidad económica no basta con hacer ajustes financieros, sino motivar a los nuevos activos para que desempeñen su trabajo de la mejor manera posible.

En la actualidad se vive un panorama desigual entre generación de talentos a nivel mundial, en el plano empresarial, el deportivo y por supuesto a nivel social.

Los problemas con el talento global incluyen la calidad muy desigual de los sistemas educativos, se dice que México tiene un rezago de cincuenta años, la crítica opinión pública vive con leyes del siglo diecinueve, maestros del siglo veinte y una población que trabaja, vive, piensa y siente dentro del siglo veintiuno.

El empleo irregular de los trabajadores en el hemisferio sur y los cambios demográficos en el hemisferio norte, irán a desembocar irremediablemente en un déficit de talento sin precedentes.

Se considera que la escasez de talento se convertirá en una amenaza para el crecimiento sostenido en particular en las economías basadas en el conocimiento. En los países como el nuestro las industrias le apuestan al sector de comunicaciones, saben que se puede encontrar un salva vidas en el comercio y en el transporte, los semilleros de talento ahí están. Falta la oportunidad y que exista una competencia mucho más equitativa entre quienes desempeñamos una u otra labor.

Sin un impulso real al sector educativo no podremos alcanzar un nivel competitivo a nivel mundial, hay cursos, hay eventos, conferencias y demás pero ¿qué se puede hacer para que el talento de otras naciones venga a mostrarnos lo que se hace en Europa, Asia y Oceanía?

Se trata de aumentar los índices de personas empleadas, hay que ver a la alfabetización tecnológica como una inversión a corto, mediano y largo plazo más que como un gasto, no podemos vivir con un rezago tecnológico de tres, cuatro o cinco años con Canadá o Estados Unidos, fomentemos el aprendizaje mediante nuestra capacidad para romper paradigmas.

Si no queremos la etiqueta de tercermundistas, final, simple y sencillamente debemos ampliar las oportunidades para las mujeres, los profesionales mayores, los desfavorecidos y los inmigrantes.

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“El periodismo hoy en México: Periodismo y Ciudadanos en el fuego cruzado.”


Desde el inicio, el propósito que cómo escritor me he planteado para llevar a ustedes esta columna es tratar, desde mi trinchera, de revelar lo que sucede “tras bambalinas” en la televisión, la radio, la prensa y en la plataforma multimedia que es internet; cómo es de conocimiento público, la situación para representantes de los medios de comunicación no ha sido halagüeña y, teniendo en cuenta este entendido, creo justo compartir en esta ocasión mi visión acerca de temas que son de nuestra competencia por el boom a nivel mediático que han tenido. Todo en los medios se da gracias al manejo de historias dentro del marco actual, aunado a los datos duros que se informan durante cierta emisión así como el valor agregado que cada tema tiene por sí mismo. Concuerdo ampliamente con Mario Campos, conductor de “Antena Radio” y colaborador de Foro Tv, cuando expone dentro de su blog en “El Universal” que hoy son los mismos medios quienes se convierten en noticia.
Después de acontecimientos sórdidos en contra de periodistas, a quienes han privado de su libertad el discurso que se plantea no es otro que un llamado a la unidad.

Pero, ¿por qué hablar de esto ahora? Déjenme responderles: Porque la celeridad de los tiempos nos obliga, por la serie de implicaciones que estos acontecimientos traen consigo y porque sin quererlo la agenda ha querido que estos hechos cobren un carácter público, lo cual impacta con enorme fuerza dentro de la cotidianeidad de cualquier ciudadano.No sé si a raíz de esto los paradigmas –así como los esquemas preestablecidos para hacer, pensar, entender y analizar el periodismo,  –puedan ayudar a que éste logre resurgir o renovarse, pero me parece innegable que estos hechos sacudieron al país enormemente. Tanto así que resulta necesaria una revalorización de nuestros intereses cómo gente estrechamente ligada a los medios de comunicación.La situación que nos está tocando vivir cómo ciudadanos de una nación en vías de desarrollo es delicada por donde quiera que se le vea, y con esto no descubro el hilo negro.
Más allá de las convergencias y divergencias que de un gremio como éste de los comunicadores suelen emanar, se debe abrir brecha –creo yo –al replanteamiento de nuestro accionar y al fortalecimiento necesario de normativas explícitas e implícitas que rijan nuestras funciones.
Desde mi particular punto de vista, amable lector, ahora es poco probable que sepamos darle su justa dimensión al escenario en el que las circunstancias recientes nos acomodan.Porque finalmente –cómo lo he expresado desde que las palabras nos unieron –es cuestión de percepción.Generemos discusión, motivemos la creación de ideas, dialoguemos y sentémonos a escuchar con detenimiento. Una vez que entendamos que ese es el camino, hacer de los acuerdos una realidad significará que esta prueba ha sido superada.

Ciro Gómez Leyva planteaba que si no había condiciones para una verdadera discusión a nivel mediático, con relación a los criterios para cubrir un rubro importante en sí mismo cómo lo es la seguridad, el asunto simple y sencillamente se olvidaría.Actualmente en el gremio periodístico no hay cohesión; cada medio de comunicación tendrá pautas propias para someter al escrutinio público los hechos que se consideran relevantes dentro de la agenda pública, pero eso no quiere decir que las previsiones ante cualquier eventualidad no estén a la orden del día.

El periodismo está sufriendo transformaciones desde su interior: la toma de decisiones en todos los niveles en cuanto a qué material tiene el carácter para convertirse en publicable es –creo yo –uno de los principales puntos a considerar.Podemos ser autónomos en cierto sentido, pero cuidar que la información pase por ciertos filtros debe ser parte integral de nuestro trabajo, sólo así podremos ofertar verdaderamente lo indispensable.La información fuera de toda realidad no hace el mínimo aporte. Una fotografía sin sustento no sirve, y la discusión en cuanto a las estrategias planteadas para llevar –en este caso al lector –las impresiones del autor en torno a cualquier temática, puede seguir hasta disiparse en terrenos supérfluos.
Aprovechemos la oportunidad para examinar, analizar, hacer un examen de conciencia y reorganizarnos editorialmente pensando en las condiciones de violencia e inseguridad que hoy, para bien o para mal, son parte de nuestro presente.El ciudadano sí se encuentra en el fuego cruzado; una vorágine de información lo convierte en presa fácil, el impacto es a quemarropa, guarecerse significaría a estas alturas una total ficción.Privilegiar la información es la clara respuesta, misma que poco a poco se deja sentir. Algunos vicios propios de la comunicación están siendo rebasados, dejando fluir la percepción que los medios tienen de otros y de sí mismos.Tenemos una sociedad participante en demasía, activa en todo momento, propensa a querer información constante, pero también cuidada bajo estándares de calidad, no de cantidad. Éste es el escenario.¡Lleguemos a conclusiones más allá de la línea de fondo!

Créditos de la ilustración: @tintadearena para Revista Transmigración Número de Noviembre 2010

¿En verdad tendremos que resignarnos?



Tal parece que tendremos que resignarnos y vivir con ello: Productos televisivos con pésima calidad. ¿Lo peor de todo?

No, no es que la gente los compre, sino que cause la leve impresión de que en las empresas de siempre se ufanan de la producción tan deplorable con la que cuentan dentro de sus contenidos(o al menos de la mayoría de ellos) haciendo evidente que los recursos son mínimos.

Sudamérica nos ha rebasado a nivel creativo, el problema es que como comúnmente se dice vivimos tan lejos de Dios y tan cerca de Estados Unidos. Las producciones argentinas, en específico las que lidera Cris Morena, nos dejan ver que no se necesita más que unos cuantos metros de tela y una buena iluminación para evocarnos la sensación de estar en el mar. Eso se necesita ver en México.

Los emporios televisivos mexicanos se preocupan por ofrecer efectos visuales “de caricatura” sin medir el costo que esto conlleva, aún con recursos tan limitados se pueden hacer grandes cosas.

¿Nos gusta vivir con los medios que tenemos? El eterno debate. Lo interesante sería preguntarnos hasta cuándo podremos ver en televisión ese salto real entre la televisión de calidad y el lavado de cerebros al que nos tienen acostumbrados.

Es decir: Por mucho que una historia sea rodada con cámaras de cine, dirigida por personajes influyentes dentro del llamado séptimo arte o con actores conocidos por su trayectoria dentro de éste, será esa misma historia la que tenga un solo nombre, y ese definitivamente es Telenovela.

Claro que existen guionistas mexicanos con talento, los hay por montones, pero están sumamente estancados. Necesitan urgentemente hacer un “update” mental para descubrir nuevas formas de narrar que sean acordes con los tiempos que vivimos.

El gran final con la frase “hasta que la muerte nos separe” resulta cada vez más utópico, la ficción y las parejas “Disney” dejaron de funcionar, la frase “hasta que la vida nos separe” necesita aparecer más porque raya en la cotidianeidad, esa que los ciudadanos “de a pie” viven, sienten y asimilan de maneras diferentes.

¿Y qué decir de los “reality shows”? ¿Cuándo se pusieron la camiseta de un programa de concurso cualquiera? ¿Cómo llegaron a la conclusión de que había que desprenderse de ese “plus” llamado realidad que los hacía novedosos e interesantes?

Apareció Big Brother en pantalla, tuvo sus altibajos, las versiones VIP no fueron lo mismo después de que Omar Chaparro y Yolanda Andrade quedaran en los primeros lugares. El proyecto no daba para más.

Operación Triunfo no tuvo el impacto esperado, quizá porque se especuló por mucho tiempo que Televisa había hecho casting entre los alumnos de su escuela de actuación, eso aunado al “albazo” mediático (o “madruguete”) que les propinó la televisora del Ajusco cuando salió a la luz la “Primera Generación de La Academia”, un hit de ventas.

Cincuenta países alrededor del mundo tuvieron la oportunidad de ver en pantalla un reality musical como Operación Triunfo, no en todos tuvo el éxito esperado, pero en naciones de habla hispana como Argentina el programa alcanzó cuatro emisiones al igual que Brasil.

La versión española es la más popular, a diferencia de otras mostró un carácter propositivo, dentro de los primeros lugares se encontraba el/la elegido/a para representar a España dentro del prestigioso Festival Eurovisión, que guardando proporciones es lo que alguna vez fue OTI para nosotros, pero además éste/a ganador/a tenía la oportunidad de acceder a un contrato con una disquera para grabar apostando fuertemente a las altas ventas con el respaldo del aparato mercadológico con el que se cuenta, negocio redondo si me permiten escribir.

Fear Factor y otros más, como El Bar pasaron sin reflectores. Se les está acabando la mina de oro.

Dejé en el tintero una descripción de La Academia: Lo que en un principio parecía ser un legítimo programa de concursos musical, pasó a ser un show muy mal armado con conductores que a pesar de su experiencia se notan “verdes”.

Fieles al estilo que venden como TV Azteca, se privilegió la manipulación de historias de vida, no hubo mayor recato en la emisión de los domingos al incluir tintes baratos de “talk show” y se tuvo que recurrir a la participación de ex integrantes del mismo producto para tratar de no perder los aceptables niveles de audiencia.

Ya son productos listos para enlatarse, no para exportarse, sino para que puedan quedar en la memoria a corto plazo de un país carente de eso, de memoria.

No hay apuesta. No hay creatividad o evolución. Y nos quedamos a pan con lo mismo.

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La Era Wikileaks



En las últimas semanas el mundo se ha conmocionado a causa de los cables emitidos por Wikileaks, organización que dirige Julian Assange.

Ante la derrama informativa que circula en la red, y que vincula de manera directa e indirecta a diferentes países, así como a sus respectivos representantes en las embajadas -y por si fuera poco- a las figuras políticas que encabezan al estado como institución dentro de una nación cabe cuestionarse si las pautas periodísticas han cambiado ahora con la llegada de la recién bautizada “Era Wikileaks”.

Hay una delgada línea entre lo público y lo privado, en el globo terráqueo hay millones de personas que han encontrado en las redes sociales el espacio abierto para dejar constancia de lo que hacen, piensan y sienten.

La información nos encuentra, a veces sin el mayor esfuerzo, los tópicos se polarizan y podemos encontrar tanto mensajes que relatan la última salida de un adolescente al café, al antro o las pasadas vacaciones en Aspen como la noticia de la semana dentro de la agenda pública, la presentación de un disco o los dichos entre connotados políticos nacionales e internacionales para con sus seguidores tratando de medir al electorado.

La salida a la luz de estos cables nos sitúa en un escenario disímil: Hay que encontrar un balance entre las bondades del acceso a la información y el libertinaje que deriva de este.

La percepción que de las esferas del poder se proyecta se resume en una frase: “Tengamos cuidado de que los medios no sean los nuevos Wikileaks” ¿Qué tendría ello de malo cuando en la agenda se antepone la transparencia?

Sí. En efecto parece que hemos cambiado, las circunstancias no son las mismas que las de hace diez, quince, veinte o treinta años, por unas cosas u otras el nacimiento y estallido mediático de la difusión de cables por esta organización sin bandera cambia el ecosistema de la información y de los procesos que nos llevan a conseguirla.

Pero aún con ello, para que este suceso denominado “cablegate” sea algo anecdótico parece que llevará su tiempo, apenas vivimos su etapa álgida y es prematuro decidir si definitivamente es un parte aguas del cerco informativo.

La velocidad y cantidad de información es un reto para los periodistas, dentro de los medios escritos, de hecho el rescatar al mismo ciudadano para que no se quede en el status de “lector visual” es una misión importante que hay que perseguir en cada oportunidad.

La contribución de Wikileaks va más allá de la publicación de secretos a voces, es información clasificada de la cual el individuo sospecha y comenta –pero con la salvedad– de que una vez por todos conocida, su status pasa a ser el de confirmada.

Julian Assange se erige como el arquitecto de una estructura sólida que como atributo tiene la posibilidad de ofrecer a los medios y al ciudadano una especie de diagnóstico del escenario político, económico y social.

Habrá quienes pequen de optimistas creyendo que el asunto Wikileaks hará que se revisen lagunas jurídicas que existen en internet, todo dependerá del manejo e interpretación que los distintos medios den a la opinión pública.

Sin duda, el que exista una organización como esta fomenta la creación de medios necesarios para la rendición de cuentas y sirve para medir la respuesta de los ciudadanos ante sucesos de gran trascendencia.

No me queda más por ahora que dejarle un enorme saludo, poniéndome a su disposición ante cualquier eventualidad, duda, comentario y/o sugerencia que pueda tener.

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Apuntes de Cine


El cine es orientación, interpretación e imposición. Lo es porque logra inquietar y condicionar al espectador a sus caprichos. Con sus vicios ha fomentado el cliché dentro de la representación, lo hacemos parte de nuestra vida y lo damos por cierto. Tal y como sucede en la política con el rumor.

El cine es memoria llena de falsa conciencia con el pasar del tiempo, en ese afán de contar una realidad es la misma veracidad la que se encuentra perdida. No voy a ponerme técnico, seamos serios.

Como medio de comunicación, éste depende de aquello que a los estudiantes parece no gustarle: El Contexto. La incidencia de este hace ricos los textos y por ende la abstracción de la realidad.

Considerar que puede ser un arte data justamente de los años ochenta, las diferentes aristas y perspectivas en torno al denominado “séptimo arte” confabularon para que la discusión comenzara.

Para que una película se convierta en obra de arte es necesaria la búsqueda de un fin estético ¿pero quién dicta los parámetros de lo que es atrayente a la vista? En un film de terror podemos observar acciones que de alguna manera son el hilo conductor a través de nuestro viaje, y son suficientemente estéticas dentro de su género como lo puede ser una secuencia dentro de una comedia romántica. La idea es que la concepción de aquello considerado artístico está supeditado a los patrones preexistentes que rigen a su “categoría”.

El público admira un espectáculo interdisciplinario, logra captar un lenguaje universal a través de la estructura de un guión cristalizado a través de la actuación o de la entrada estrepitosa de una canción.

Su naturaleza es mediática, conmociona a las masas y en algunos casos las exacerba. Como se comentó antes resulta ser freno y acelerador al mismo tiempo.

Espero tener el honor de contar con usted,  mediante su opinión ubique, comente, critique y participe moldeando los contenidos de esta publicación.

No me queda más por ahora que dejarle un enorme saludo, poniéndome a su disposición ante cualquier eventualidad, duda, comentario y/o sugerencia que pueda tener.

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El Rumbo de "El Azote" como Columna


Las dos semanas anteriores fueron el pretexto perfecto para llevar a usted una columna con un “tono” un poco más cultural. Esto le ha dado un rotundo giro a los contenidos, que enfrentan el reto de acceder a un nuevo estado de existencia.

Es tiempo de hacer una pausa para escribir acerca de otros temas, o de los mismos pero con una óptica diferente que genere nuevas ideas, reafirme nuestras creencias, y nos lleve en cada publicación a reconocer aquello que está presente pero que por la cotidianeidad carece de reflectores.

Es tiempo de abrir el libro de casos, sumar nombres y sucesos, el compromiso ahora es conocer y experimentar otros lenguajes de comunicación que sin ser ajenos a la narrativa periodística aporten a la comunidad.

Nos dejamos llevar por lo que nos dicen en televisión, radio, internet y publicaciones diversas en versión impresa, pero creo que es innegable el papel de freno o acelerador que tienen el teatro o el cine.

Su lectura es crítica -aún cuando parece no serlo- y la idea es aprender a leer entre líneas. En dos horas de audio y video se fija una postura que incita al análisis, dentro de un foro puede ser ese espectador activo que con su actitud lleva la batuta.

Un medio de difusión de ideas como el cine o una pluma rompe paradigmas como la del dramaturgo siempre serán bienvenidas, hay que ver como un puente de comunicación el quehacer de estos mecanismos impulsores del arte.

Creyéndolo o no, le hacen fácil al hombre una conceptualización de la realidad que obviamente denota su arraigo con el factor social, fomentando el consenso, dando pie a lo que conocemos como opinión pública.

Es así, pues, que el autor de esta columna se atreve –bajo su propio riesgo, dicho desea de paso– a dirigir este espacio para formar parte de algo que bien puede ser catalogado como “aprendizaje informal” .

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La llegada de la política 2.0


En México aún estamos en pañales, pero Francia se dedica a pensar, soñar y vivir con la denominada política 2.0 que incentiva a tener un diálogo mucho más ligero que el de hace diez o veinte años.

Las viejas corrientes no han muerto, pero han hecho buen equipo con las nuevas tendencias, ahora la clase política de nuestro país puede y debe estar abierta a la posibilidad de romper el ritmo, de ofrecer propuestas interesantes a modo para que parezcan personalizadas, así como pensar en tácticas y escenarios en donde las ideas logren llegar al punto de encuentro por diversas direcciones.

La llegada de la política 2.0 a nuestro país, insisto, aún incipiente, presupone nuevas formas para normar a la comunicación del político con el ciudadano, supondría mejorar a nivel de producción de imagen, sería la atmósfera ideal para nivelar el juego político.

El equilibrio del que escribo en esta ocasión no simboliza otra cosa que la posibilidad que tiene en sus manos el perceptor en cuestión para omitir el impacto mercadológico y multi mediático de cierto candidato sin importar el color e ideología que éste defienda.

Gracias a la expansión constante de la red como perceptores, ciudadanos y usuarios del sistema internet tenemos más instrumentos que nos ayudan a verificar la veracidad de tal o cual información, lo cual por un lado nos exhibe como escépticos y por otro como socialmente responsables al contrastar las fuentes.

Política 2.0 parece un ejercicio que nos recuerda el principio fundamental que a decir de los griegos descansa en el pueblo: La Democracia.

A través de ella, de la política que ha migrado al ciberespacio, tal parece que los ciudadanos tenemos cada vez mayor participación y encontramos esa curul que no tenemos en San Lázaro.

Es realidad, es como si haciendo útil a la red fuéramos los artífices de la expresión a la máxima potencia de los medios de comunicación y sus procesos. Cada internauta se convierte en una posible fuente de opinión.

Y es que las clásicas técnicas para lograr la comunicación política están tambaleándose, la forma en que se gestiona la información ha sufrido cambios, si discutimos la comunicación que tiene como plataforma a la televisión podemos entrever que ésta ha adquirido un status al que pudiésemos llamar “circunstancial”, y las relaciones públicas cobran un nuevo sentido, hoy existen ecos que nos avisan de embates por la presión de los nuevos medios.
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