miércoles, 16 de febrero de 2011

“El periodismo hoy en México: Periodismo y Ciudadanos en el fuego cruzado.”


Desde el inicio, el propósito que cómo escritor me he planteado para llevar a ustedes esta columna es tratar, desde mi trinchera, de revelar lo que sucede “tras bambalinas” en la televisión, la radio, la prensa y en la plataforma multimedia que es internet; cómo es de conocimiento público, la situación para representantes de los medios de comunicación no ha sido halagüeña y, teniendo en cuenta este entendido, creo justo compartir en esta ocasión mi visión acerca de temas que son de nuestra competencia por el boom a nivel mediático que han tenido. Todo en los medios se da gracias al manejo de historias dentro del marco actual, aunado a los datos duros que se informan durante cierta emisión así como el valor agregado que cada tema tiene por sí mismo. Concuerdo ampliamente con Mario Campos, conductor de “Antena Radio” y colaborador de Foro Tv, cuando expone dentro de su blog en “El Universal” que hoy son los mismos medios quienes se convierten en noticia.
Después de acontecimientos sórdidos en contra de periodistas, a quienes han privado de su libertad el discurso que se plantea no es otro que un llamado a la unidad.

Pero, ¿por qué hablar de esto ahora? Déjenme responderles: Porque la celeridad de los tiempos nos obliga, por la serie de implicaciones que estos acontecimientos traen consigo y porque sin quererlo la agenda ha querido que estos hechos cobren un carácter público, lo cual impacta con enorme fuerza dentro de la cotidianeidad de cualquier ciudadano.No sé si a raíz de esto los paradigmas –así como los esquemas preestablecidos para hacer, pensar, entender y analizar el periodismo,  –puedan ayudar a que éste logre resurgir o renovarse, pero me parece innegable que estos hechos sacudieron al país enormemente. Tanto así que resulta necesaria una revalorización de nuestros intereses cómo gente estrechamente ligada a los medios de comunicación.La situación que nos está tocando vivir cómo ciudadanos de una nación en vías de desarrollo es delicada por donde quiera que se le vea, y con esto no descubro el hilo negro.
Más allá de las convergencias y divergencias que de un gremio como éste de los comunicadores suelen emanar, se debe abrir brecha –creo yo –al replanteamiento de nuestro accionar y al fortalecimiento necesario de normativas explícitas e implícitas que rijan nuestras funciones.
Desde mi particular punto de vista, amable lector, ahora es poco probable que sepamos darle su justa dimensión al escenario en el que las circunstancias recientes nos acomodan.Porque finalmente –cómo lo he expresado desde que las palabras nos unieron –es cuestión de percepción.Generemos discusión, motivemos la creación de ideas, dialoguemos y sentémonos a escuchar con detenimiento. Una vez que entendamos que ese es el camino, hacer de los acuerdos una realidad significará que esta prueba ha sido superada.

Ciro Gómez Leyva planteaba que si no había condiciones para una verdadera discusión a nivel mediático, con relación a los criterios para cubrir un rubro importante en sí mismo cómo lo es la seguridad, el asunto simple y sencillamente se olvidaría.Actualmente en el gremio periodístico no hay cohesión; cada medio de comunicación tendrá pautas propias para someter al escrutinio público los hechos que se consideran relevantes dentro de la agenda pública, pero eso no quiere decir que las previsiones ante cualquier eventualidad no estén a la orden del día.

El periodismo está sufriendo transformaciones desde su interior: la toma de decisiones en todos los niveles en cuanto a qué material tiene el carácter para convertirse en publicable es –creo yo –uno de los principales puntos a considerar.Podemos ser autónomos en cierto sentido, pero cuidar que la información pase por ciertos filtros debe ser parte integral de nuestro trabajo, sólo así podremos ofertar verdaderamente lo indispensable.La información fuera de toda realidad no hace el mínimo aporte. Una fotografía sin sustento no sirve, y la discusión en cuanto a las estrategias planteadas para llevar –en este caso al lector –las impresiones del autor en torno a cualquier temática, puede seguir hasta disiparse en terrenos supérfluos.
Aprovechemos la oportunidad para examinar, analizar, hacer un examen de conciencia y reorganizarnos editorialmente pensando en las condiciones de violencia e inseguridad que hoy, para bien o para mal, son parte de nuestro presente.El ciudadano sí se encuentra en el fuego cruzado; una vorágine de información lo convierte en presa fácil, el impacto es a quemarropa, guarecerse significaría a estas alturas una total ficción.Privilegiar la información es la clara respuesta, misma que poco a poco se deja sentir. Algunos vicios propios de la comunicación están siendo rebasados, dejando fluir la percepción que los medios tienen de otros y de sí mismos.Tenemos una sociedad participante en demasía, activa en todo momento, propensa a querer información constante, pero también cuidada bajo estándares de calidad, no de cantidad. Éste es el escenario.¡Lleguemos a conclusiones más allá de la línea de fondo!

Créditos de la ilustración: @tintadearena para Revista Transmigración Número de Noviembre 2010

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