martes, 15 de febrero de 2011

Relaciones Parasociales


Casi se lo puedo asegurar: Al menos una vez en su vida discutió con alguien por el candidato de su preferencia. 

Tenemos un nivel de competencia decente en lo que a temas electorales se refiere, hemos adoptado tiempos y formas que alguna vez nacieron en territorio estadounidense y esto nos ha llevado a hacer a los contendientes por un cargo de elección popular personajes un tanto “íntimos”. 

Hay una enorme diferencia existente entre este México que no perdona, que exige cuentas a todas las instituciones y que se nota más lúcido con relación al México que vivía anestesiando sus dolores caminando sin rumbo. 

En la actualidad la necesidad de conocer ha alcanzado la estratósfera y la sociedad –que no muestra estática- quiere saber en mayores cantidades acerca de aquellos que pretenden presentarle propuestas cautivadoras. 

La respuesta al por qué los hemos hecho prácticamente “parte de la familia” es muy simple: Pasamos mucho tiempo con ellos. 

En los medios de comunicación tradicionales aparecen en repetidas ocasiones, tienen exposición con tan sólo mencionar su nombre y en consecuencias nuestra mente nos juega “trucos sucios” que desembocan en lo que para los psicólogos es una “relación parasocial”. 

La proyección que un medio como la misma televisión le puede dar es inmensa, es por eso que a todo político –y más aún si es candidato- le interesa gustar. 

Es en estas elecciones donde veremos realmente el poderío y/o el arraigo que tienen realmente ciertas herramientas como las tan comentadas redes sociales (al menos las más populares como lo son Twitter y Facebook) Porque le permitirán al elector perteneciente a la era digital tener una especie de “cercanía” y cerciorarse de que sus parámetros de elección sean los correctos basándose en el desenvolvimiento de los aspirantes dentro de ellas. 

Muchas veces, por más que uno así lo quiera, es inútil pensar en dejar de trabajar con los estereotipos. 

Bill Clinton lo hizo cuando ascendió a la presidencia y jugó con aquella campaña en la que la estrategia de comunicación era hacer alusión a la esperanza que personificaba y a su lugar de origen. 

Cada elección que se nos presenta en nuestra vida a partir de que cumplimos la mayoría de edad, para bien o para mal, y tratando de hacer una síntesis de lo escrito, simple y sencillamente tiende a romper con los esquemas convencionales. 

http://twitter.com/AzoteOficial 

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