¡Hasta Luego Lorena!

Lorena Ochoa inició un texto publicado en un medio de circulación nacional, para ser exactos el 15 de Octubre de 2007 de la siguiente manera: 

“Antes que nada, estoy muy contenta de recibir la noticia de que soy la Jugadora del Año de la LPGA. No soy alguien que se fije mucho en los números, pero me dio una gran alegría saberlo porque fue una de mis principales metas al principio del año.” 

Tras siete u ocho años de carrera envidiable la encontramos en el campo de golf del torneo “Tres Marías” diciendo adiós ante la mirada de familiares, amigos y fanáticos. Lorena Ochoa quedó sexta en Tres Marías y la japonesa Ai Miyazato es la campeona de un certamen que le dio grandes satisfacciones a la mexicana. 

Se va porque así lo dispuso, porque el ritmo de trabajo le cobró muy temprano la factura, pero también porque quiere ser la número uno en una nueva faceta como lo es la vida en pareja. 

Ochoa Reyes consiguió igualar el par y se llevó tremenda ovación por parte de los asistentes. 

Debo admitirlo, no esperaba que la número uno del mundo en su especialidad hiciera acopio de coraje y fortaleza para tomar los micrófonos y dar declaraciones bastante fluidas. 

Veíamos muchas veces a una golfista presionada, que no disfrutaba el juego, se cansó de vivir con una maleta en la mano y unos palos de golf a cuestas, tuvo una carrera intensa, espumosa, llena de éxitos. 

Ahora el reto es fuerte, tenemos dos o tres prospectos que necesitan motivación porque con su juego no les alcanza, son gente que tiene ante sí la obligación de demostrar que el golf en nuestro país es totalmente diferente. 

Aquí se invierte en futbolistas, cuando en las potencias mundiales se apuesta no solo por ellos sino por beisbolistas y por supuesto golfistas. Con recursos como los que tuvo ella, puedo asegurar que termina –al menos por el momento– el ciclo de un referente de una nación que busca todos los días ver reflejados sus deseos y sus sueños en una persona. 

La primera mujer que gana en Saint Andrews deja un buen legado, rompió con los tabúes y gracias a eso hay mayor proyección de un deporte que en México sabemos que existe, pero que no logramos conocer. 

Hoy queda preguntarse por el futuro de ciertos torneos desde el punto de vista económico y las repercusiones que la partida deja: ¿Habrá más torneos en México? ¿Se le apostará fuerte o los patrocinadores saldrán huyendo? 

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