martes, 15 de febrero de 2011

Carlos Monsivais: El Esgrimista.



El trillado “era un día como cualquier otro” cae perfectamente para la ocasión, y eso es porque la universidad me esperaba y debía tener todo listo para la realización de un cortometraje, sólo se me ocurrió un calificativo para tal fecha: “pesado”.

Los minutos pasaron al interior de una habitación, éstos se convirtieron en horas rápidamente y en una pausa para modificar la iluminación de la siguiente escena lo recordé, no sé de dónde vino su nombre pero me era necesario expresarlo: “Hoy nos dijeron que Monsiváis venía para acá, que hoy llegaba y podríamos conocerlo”.

Debo confesarlo, era hipócrita –siento que pocas veces lo he sido– porque mientras lo decía con toda seguridad e ilusión, mi cabeza negaba tal posibilidad porque conocía su estado de salud, mismo que estaba deteriorado.

Pronto el cielo se tornó grisáceo, las nubes se encontraban bastante “cargadas” y se avizoraba un aguacero, ahora entiendo que era una especie de premonición. El correr de los días, nos llevó a conocer acerca de la salud del esgrimista verbal que Carlos Monsiváis representaba a través de sus magnánimas obras.

El cantautor Jorge Fratta en su perfil de Facebook reflejaba en palabras el sentir generalizado de la población mexicana por el deceso de aquél que no sucumbió ante los encantos del poder, lo hizo escribiendo que éste fue “Un fin de semana Literalmente triste”, y tiene toda la razón.

Tiene toda la razón porque no sólo de literatura vivía, sino de música y cine, por su bagaje y su particular modo de percibir el mundo fue descrito como una luminaria por donde sea que pasaba.

Los cielos se han nublado una vez más, los vientos soplan dejando sentir su presencia y al calor de estas líneas recuerdo como si hubiera sido ayer ese comentario. Vuelvo con las frases trilladas.

Aún para mi generación debería ser, como lo dice Epigmenio Ibarra dentro de una popular red social de micro blogging, “una referencia obligada”. Se nos ha adelantado pero nos ha dejado “Apocalipstick”, una obra que sirve para recordar a una mente como la suya, incapaz de venderse al mejor postor, lo suficientemente precisa para reconocer un error y verdaderamente analítica para desentrañar los secretos de una nación.

Tal vez nunca lo conocí en persona, no pude estrechar su mano y mucho menos compartir un espacio de diálogo, sin embargo, a la distancia me educó, pues me enseñó a ser coherente en el ejercicio de mis labores.

http://twitter.com/AzoteOficial

http://www.facebook.com/pages/Alejandro-Garcia-Rueda/343310899017?ref=ts 

No hay comentarios:

Publicar un comentario